Aprendí que se madura más cuando no tienes personas al lado tuyo que te apoyen porque enfrentar la realidad sola te hace más fuerte. Que la decisiones más importantes las tomas sin problemas ya que no dependes de la opinión de otro. Que en la vida no hay que esperar otras ocasiones, sino vivir el momento. Que animarse a algo que creías caso perdido es crecer. Que no hay confianza contigo misma si no sabes guardar un secreto que es tuyo. Que entregarse por completo es el mayor acto de amor que alguien puede hacer. Que hacerte cargo de tus acciones y poderlas afrontar sin ayuda te hace responsable. En pocas palabras, vivir la vida a tu ritmo, sin esperar nada de los demás. Animarte y arriesgarte a más.


Que hay que vivir al límite.

En ocasiones la vida te pone en situaciones que no tienen retorno, y nos negamos a seguir adelante. Pero al mirar al pasado y quedarse petrificado en ese tiempo, cada día morimos un poquito más; y aunque duela debemos decidirnos por vivir. Tantas veces caemos que ya al toparnos contra el suelo sabemos que nos volveremos a levantar, tarde o temprano lo haremos. Entonces porqué quedarse pensando en algo que no depende de nosotros? Sino que depende de las otras personas, porque ya no hay más que hacer. Si algún día quieren cambiar las cosas, mejor para vos, pero sino... seguís tu camino. No te preocupes por esperar una decisión que quizás nunca llegue; un "perdón" que puede que tarde, un "adiós" que no se retracta... Porque entre medio de todo esto, se nos abren miles de puertas, con muchas más oportunidades y no podemos darle la espalda. Puede ser, sí.. que la vida nos ponga frente a una situación difícil, pero tenemos que aprender que todo se supera, y si no lo creemos así, nos vamos a dar cuenta cuando en un futuro, contemos como una simple anécdota algo que nos duele en el presente...